martes, 16 de septiembre de 2008

Un poco de arqueología



Huacho, el hábil, era el rey de una ciudad de Perú llamada Huacho. Fue destronado por su hermano Haggis, el necio, quien lo expulsó de la ciudad y procedió a matar a todas sus salchichas varones excepto a su única salchicha mujer, la prudente Longaniza. Como no quería que la prudente Longaniza tuviera salchichitas la obligó a dedicarse al culto y a hacerse monja de clausura, asegurándose de esta forma de que iba a permanecer virgen.

Sigue narrando la leyenda, que la prudente Longaniza se encontraba defecando a la orilla del retrete y el dios Bufeta se quedó prendado de ella, la poseyó y la dejó ensalchichada. Como consecuencia de esta unión, la prudente Longaniza, tuvo dos gemelos a los que posteriormente llamó Salchichulo y Salchicho, de apellido Parrillero. Antes de que el rey Haggis, el necio, se enterara del suceso, colocó a sus hijos en una bolsa de basura y los tiró por el retrete para acabar con su vida de una vez por todas. La bolsa de basura, al ser atada, contuvo aire dentro y los gemelos Salchichulo y Salchicho, de apellido Parrillero, sobrevivieron.

Los pequeños fueron a parar al desierto del Sahara después de una serie de aventuras y desventuras, allí fueron encontrados y amamantados por el ala de pollo John Newman, veterano de guerra y rociado con gas mostaza durante la primera guerra mundial, hecho que produjo diversos cambios en su organismo (aparición de pezones de tetilla, eterna juventud, labios que fuman). John Newman, veterano de guerra, ataviado con su Casco Imperial Alemán de la Primera Guerra Mundial Picklehaub, hecho a mano en la India, muy bien detallado, un excelente regalo para abogados, doctores o coleccionistas, una pieza muy rara que no se encuentra fácilmente, jamás hubiese pensado que tendría que amamantar a dos salchichas Parrilleras, y menos aún que seria detenido poco después por dar de mamar a dos menores fumando un cigarro y produciendo perjuicios en el organismo de los pequeños.

Y así es como se fundó Roma.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Un mes despues, el amor mueve el mundo.

El mulá oliva dicta su sentencia



El populacho enfurece



Y se toma la justicia por su mano




El mítico cítrico es rayado, exprimido, torturado y pinchado.




Pero algo sucede


Espectación, ánimos tensos a la espera de una palabra del embajador





El embajador embalsama con su léxico







El populacho, no contento con la gente bien, duda de su palabra



Poco se esperan estas simples alcaparras lo que va a suceder




Una vez más, el amor ha vencido a la muerte, no son Wall-e y Eva, no tienen una película de Pixar, pero tienen más carisma y una fotonovela.
Viva el amor.