jueves, 6 de noviembre de 2008

Estos son sus principios, de principios.



Capítulo 1

3 comentarios:

Dani Alarcón dijo...

Jajaja,,,ahora mola mas como camina,se arrastra,o como quiera que se llame al desplazamiento de una croqueta,,,
Mi pregunta es la siguiente;Como es posible que una croqueta alcohólica,,que eructa como una croqueta camionera y que se deshace sin miramientos del cristalino envase en cualquier lugar pudiendo ser esta la causa de un incendio,,pueda sacar arcoiris de sus nauseabundas entrañas??
Esperaré nuevo capitulos para ver como construyes su extraña personalidad,,

Pompilio Filardi dijo...

Estimado a la par que admirado Maese, tienes que saber que una croqueta yonki no responde a sus actos conscientemente, su interior es limpio y blanco aunque sus actos sean nauseabundos. El arcoiris es su personalidad, mientras que sus actos son el reflejo de la sociedad que le envuelve. Snif, snif, creo que voy a llorar.

Anónimo dijo...

Yo creo que el ArcoIris expelido no son más que las pocas cualidades buenas de la croqueta (inherentes a su naturaleza) que se ven desalojadas por los vicios adquiridos por el contacto con la ruin Humanidad.

Las croquetas son seres animosos que vivían en pequeños grupos tribales en lo más hondo de los ecosistemas conocidos como "refrigeradores" pero la imparable y, a la par, destructiva industrialización humana ha incidido directamente en la demografía de éstas, convirtiendo los pequeños grupos de índole tribal/familiar (docena o dos en formato rectangular) en bolsas donde el tamaño varía entre inadmisibles (e impares) cantidades aleatorias donde sólo prima el peso (500 gr., 1Kg. etc).

Esta dicotomía que cambia el absoluto y devoto orden de la croquetas "Par contra Impar" las torna seres anodinos y su sociedad se vé balcanizada, lo cual incurre en que busquen formas de aislarse de su propia pérdida de valores, abrazando lo único bueno de la raza humana: DROGAS.

Cuando las croquetas empezaron a ser estudiadas en plena Época Victoriana no dejaban de ser una mera singularidad por lo que los humanos no injeriamos en su comportamiento, pero la maldita era digital ha empujado a crear las "croquetins vulgaris 2.0".

¿Cuando dejaremos de hacinar pobres e indefensas croquetas en infames "campos de reeducación"?